Inserción laboral de personas con discapacidad: la clave para el progreso social
La inserción laboral de personas con discapacidad sigue siendo una preocupación ya que, por desgracia, el porcentaje de desempleo que presenta nuestro colectivo en España es elevado, la tasa de desempleo alcanzó el 22 ‘2% en 2020.
Además, ¿sabías que, durante 2021 en España, la tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social también aumentó a un 27,8%?
Aunque a priori puede parecer una cifra poco alarmante, la realidad es que afecta a miles de personas.
El peligro de la exclusión social está directamente conectado con la exclusión laboral de ciertos grupos marginados. En este caso, nos centraremos en el colectivo de personas con discapacidad.
Ante esta grave problemática, el propio gobierno central ha movilizado iniciativas para promover la inserción laboral de personas con discapacidad.
La LGD o antigua LISMI es una normativa de ámbito nacional que implica que todas las empresas españolas o establecidas en el país, cuya plantilla sea superior a los 50 trabajadores, deben contar con una cuota de reserva a favor de las personas con diversidad funcional de un 2% de la plantilla.
Lamentablemente, el 81% de las empresas no cumple con esta ley. El incumplimiento de la ley LGD implica multas que pueden ser leves, graves o muy graves, oscilando entre los 301 € y 1.000.000 €.
Sin embargo, la peor consecuencia de no cumplir con esta ley se da a nivel social. En cuanto a los efectos negativos que tiene sobre las personas con discapacidad esta situación de difícil acceso al mercado laboral.
La inserción laboral es clave para que también se produzca inclusión social. Esto se centra en que los derechos, oportunidades y condiciones de vida de las personas que tenemos alguna discapacidad se equiparen a las del resto de la sociedad.
¿Quieres saber por qué la inserción laboral es la clave para el progreso social?
Te contamos más en este artículo. ¡Sigue leyendo!
¿Qué se entiende por Progreso Social?
El progreso social es la evolución de la sociedad hacia un estado ideal con efectos positivos en el bienestar de las personas. De esta forma, nos permite tener un mejor nivel de vida. El progreso social está asociado a un mejoramiento de las condiciones políticas, económicas y sociales.
Esta evolución la podemos medir a través del Índice de Progreso Social (IPS). Este utiliza hasta 54 indicadores y nos permite evaluar de manera objetiva cuáles son las fortalezas y debilidades del lugar. Sus cuatro principios determinantes son:
- Objetivos de carácter social: está dividido en tres pilares fundamentales: bienestar fundamental, necesidades humanas básicas cubiertas y oportunidades de progreso para los habitantes de un lugar.
- Evaluación de resultados: es el informe de resultados reales alcanzados, que permitirá medir los avances y tomar decisiones.
- Integral: el criterio holístico e integrador se puede describir como la manera de observar el desarrollo social en cada territorio, cada uno de manera individual desde sus propias particularidades de contexto.
- Visión práctica: la retroalimentación obtenida a través de este índice permite promover acciones específicas, objetivas y reales.
Pero… ¿Por qué es importante el Índice de Progreso Social? Nos permite ver si las características del contexto de cada lugar propician el desarrollo y la felicidad de las personas, teniendo así, sus necesidades básicas cubiertas, las cuales son fundamentales para el desarrollo de objetivos más elevados.
El progreso social es una responsabilidad que cada ser humano tiene como ciudadano. Los individuos únicamente podremos conseguir nuestra mejor versión a nivel personal, si esta evolución se produce anexa a la de la sociedad.
Este año, la ONG Social Progress Imperative publicó un ranking con las mediciones de progreso social, donde podemos ver que, el país con mayor progreso social es Noruega con una puntuación de 90,74 sobre 100, seguido por Dinamarca, Finlandia y Suiza, ¿y España?
España ocupa la 21º posición de la calificación a nivel mundial. Esto no es exactamente una buena noticia puesto que, en el 2019 nos encontrábamos 17º, cinco posiciones más arriba que la posición actual.
Los ciudadanos, instituciones y empresas españolas debemos poner el foco en acelerar este progreso, por el objetivo del bien común.
¿Cómo afecta el crecimiento económico al Progreso Social?
Es importante explicar que el bienestar de la sociedad que mide el índice tiene en cuenta los resultados de forma directa e independiente de los factores económicos.
El crecimiento económico repercute constructivamente en el desarrollo social de un país. Esto se debe a que la estabilidad económica aporta un estilo de vida ideal a las familias, por lo que incrementa la tranquilidad emocional.
Sin embargo, no se tiene en consideración en el IPS ya que implicaría ignorar la importancia del enfoque humanista. Esto quiere decir que centra a la persona y podríamos perder los valores fundamentales como la búsqueda del bien común.
La inserción laboral de personas con discapacidad, un factor clave
Trabajar es un derecho y una actividad fundamental para conseguir la autonomía de las personas, ofreciendo seguridad y estabilidad tanto a nivel social como personal.
No es un secreto que la sociedad ha mantenido en conocidas condiciones de exclusión a las personas con discapacidad. Este hecho ha comportado la restricción de sus libertades y derechos básicos, obstaculizando su desarrollo personal. Además también influye en el disfrute de los servicios y recursos disponibles para toda la población y la posibilidad de contribuir al progreso de la sociedad.
El empleo juega un papel muy importante en la vida de las personas, puede mejorar nuestra autoestima, nos ayuda a sentirnos útiles y valorados, además que supone un ingreso económico que aumenta los niveles de independencia y capacidad para vivir dignamente.
Estos son los motivos por los que necesitamos que las empresas se impliquen a fondo para reducir esta desigualdad, la responsabilidad social corporativa no sólo es beneficiosa para la sociedad y el entorno, sino que trae consigo muchas ventajas para las compañías.
La incorporación de este colectivo es un factor destacado para conseguir su plena inclusión. De este modo, viviremos en una sociedad más justa, solidaria e igualitaria.
¿Cómo promover la inserción laboral de personas con discapacidad desde tu empresa?
Los Centros Especiales de Empleo, también conocidos como Centros Especiales de Trabajo (CET). Estas entidades son claves para la inserción laboral de personas con discapacidad. Nacen para dar respuesta a la necesidad de integración laboral de este colectivo.
Además, trabajar junto a un CEE, te hace posible cumplir con la Ley General de Discapacidad en la empresa.
En Emiser, creemos firmemente que, para hacer del mundo un sitio en el que todas las personas tengamos las mismas oportunidades y derechos, es vital luchar por la inserción laboral de personas con discapacidad.
Esperamos que este artículo te haya parecido interesante, puedes encontrar muchos más en nuestro blog.
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