LGD o antigua LISMI ¿Cómo me beneficia la ley de integración social?

La Ley General de Discapacidad o antigua ley LISMI, como suele conocerse por su primera versión, tiene el objetivo de promover la inclusión e integración laboral de personas con discapacidad. 

Que las empresas tomen parte en la inclusión social es algo vital para conseguir que todas las personas tengan las mismas oportunidades. Cuando hablamos de integración laboral, nos referimos a acciones que se llevan a cabo para integrar e incorporar a colectivos vulnerables al mercado laboral.

Sin embargo, aplicar esta ley, no solo aporta beneficio social, también conlleva beneficios significativos para las empresas, a nivel individual.

¿Quieres saber cómo puede beneficiar a tu empresa aplicar la ley de integración social o LGD?

¡Te lo contamos todo en este artículo!

¿Qué es  la Ley LISMI?: La primera ley de integración social

Actualmente, la Ley LISMI es la Ley General de los derechos de las personas con Discapacidad y de su inclusión social (LGD). La LGD o antigua LISMI tiene como objetivo garantizar que las personas con discapacidad se beneficien de medios tanto económicos y jurídicos como sociales. La Ley de integración social establece así, un sistema de prestaciones sociales y económicas.

La LGD o la antigua LISMI también es una normativa de ámbito nacional donde todas las empresas españolas o allí establecidas, cuya plantilla sea superior a los 50 trabajadores, deben tener una cuota de reserva a favor de las personas con diversidad funcional de un 2% de la plantilla. Si aún no sabes cómo te puede beneficiar la ley de integración social, sigue leyendo.

Beneficios de la ley de integración social

Como decíamos, son muchos los beneficios de aplicar la LGD, a nivel social, para la vida de las personas con discapacidad y para las propias empresas que aplican la ley de integración social.

Reduce la barrera al mundo laboral

Los beneficios de la Ley de integración social son evidentes. Para las personas que tenemos diversidad funcional supone un acceso al mercado laboral y ello implica  la fomentación de nuestra autonomía, la realización personal y la total inclusión en la sociedad. 

Fomentar las políticas de integración en grupos de trabajo diversos e inclusivos, favorece las dinámicas de trabajo y repercute positivamente en el desarrollo personal de la plantilla de la empresa.

Igualdad de oportunidades

La antigua LISMI, la actual Ley General de Discapacidad, tiene como principal objetivo promover la igualdad de oportunidades entre todas las personas. Reduce los obstáculos y dificultades que nos impiden a las personas con diversidad funcional disfrutar de todos los servicios disponibles para toda la población.

A nuestro modo de ver, el trabajo dignifica a la persona, por lo que, no podemos pensar en un mundo justo y con libertad de oportunidades, si no existe un modelo político y social que garantice el acceso al empleo de las personas con discapacidad.

Inclusión social  y diversidad

La antigua LISMI garantiza que todas las personas tengan las mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida al máximo de sus capacidades y deseos.

Al contratar a una persona con diversidad funcional se promueve el trabajo en equipo de toda la plantilla y un mayor compromiso con los valores inclusivos y la acogida de la diversidad.

Existen estudios que demuestran que al incorporar una persona con discapacidad se mejora el clima laboral, hay motivación, solidaridad y compañerismo del resto del personal de la empresa.

El único requisito para poder beneficiarse de la ley de integración social es tener ganas y compromiso por lograr un mundo más justo.

Otros beneficios de la ley de integración social a nivel empresarial

Por supuesto, cuando una empresa lleva a cabo acciones para promover la inclusión laboral, esto tiene repercusiones favorables sobre su reputación e imagen de marca, tanto dentro como fuera de la empresa. 

Además, los convenios de colaboración empresarial por la inserción laboral, pueden traducirse en algunas ventajas fiscales, subvenciones y bonificaciones estatales para la compañía. 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Organización de Naciones Unidas, tienen como eje central la apuesta por la diversidad en las empresas, para promover la igualdad laboral en todos los niveles. Esto implica llevar a cabo acciones en la empresa que reduzcan la desigualdad.

La inserción laboral de las personas con diversidad funcional

Desde Emiser entendemos que la inserción laboral de las personas con diversidad funcional es un derecho y que es el deber de la sociedad luchar para que estos derechos no se vean vulnerados.

¿Cómo cumplir y beneficiarse de la LGD?

Una de las mejores opciones para cumplir con la Ley General de Discapacidad en la empresa es contratar un Centro Especial de Empleo (CEE).

Un CEE es una empresa en la que, como mínimo, el 70% de su plantilla está formada por personas con algún tipo de discapacidad, ya sea física, sensorial o psíquica. Estas empresas operan de forma normal en el mercado de bienes y servicios, pero su contratación sirve para dar cumplimiento con las Medidas Alternativas (RD 27/2000). 

Emiser es un Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social desde 1990. Nuestro claro objetivo es la integración de personas con discapacidad al mundo laboral a través de los servicios de Outsourcing y Facilities que realizamos a nuestros clientes. 

Ayudamos a las empresas a cumplir con la Ley y luchamos diariamente por la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad. Queremos hacer del mundo un sitio en el que todas las personas tengamos las mismas oportunidades y derechos.

Esperamos que este artículo te haya resultado útil. Saber cómo puedes cumplir con la Ley General de Discapacidad y obtener sus beneficios para tu empresa. Visita nuestro blog para encontrar más contenido interesante al respecto. 

Si quieres más información sobre cómo contratar un CEE, no dudes en contactar con nosotros.